BRUSELAS (AFP) - Con el afán de aplacar la controversia que levantan sus planes de digitalizar millones de libros obsoletos y venderlos en Internet, Google cedió terreno ante las críticas europeas, prometiendo que no colgará en la Red libros que se encuentren disponibles en el Viejo Continente.
BRUSELAS (AFP) - Con el afán de aplacar la controversia que levantan sus planes de digitalizar millones de libros obsoletos y venderlos en Internet, Google cedió terreno ante las críticas europeas, prometiendo que no colgará en la Red libros que se encuentren disponibles en el Viejo Continente.
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En una carta enviada este fin de semana a editoriales europeas, el gigante estadounidense se comprometió a excluir de su proyecto las obras todavía en circulación en Europa por mucho que no existan o se hayan agotado en EEUU, anunció el lunes una portavoz de la empresa.
Estos títulos "sólo podrán ser propuestos a los usuarios estadounidenses (de Google) con la autorización expresa de los detentores de derechos", indica un comunicado del buscador. Con esta concesión, Google espera vencer la oposición que ha suscitado en Europa, y especialmente en Alemania, su ambicioso proyecto de digitalizar para el mercado estadounidense todos los libros agotados, sujetos o no a derechos de autor, lo que supone un 70% del total de las obras publicadas en el mundo.
Los planes del buscador de dar una segunda vida a millones de obras son fruto de un entendimiento al que la empresa llegó en octubre de 2008 con autores y editores estadounidenses para distribuirse los beneficios (37% para Google y 63% para los derechohabientes) de la venta en internet y crear un registro de derechos de autor.
La justicia de Estados Unidos examina actualmente el acuerdo, denunciado a la vez por competidores de Google como Amazon y Yahoo!, que arremeten contra el buscador por buscar erigir un monopolio. En el otro lado del Atlántico, Alemania lo acusa de violar las leyes de propiedad intelectual en países como el suyo.
Para ganarse a los europeos, Google propuso además en su carta de compromiso ofrecer dos puestos del comité de dirección del registro de derechos de autor a responsables del Viejo Continente. "Es un paso en la buena dirección. Esto demuestra que todavía podemos cambiar" el acuerdo estadounidense, reaccionó el lunes una representante de la Asociación de Librerías y Editores alemanes, Jessica Saenger.
Si bien su proyecto está por ahora destinado únicamente al mercado estadounidense, el buscador no quiere manchar su imagen en Europa, donde tiene un acuerdo con grandes bibliotecas nacionales y universitarias para escanear los libros que ya son de dominio público.
Responsables de Google viajaron el lunes a Bruselas para explicar sus intenciones a la Comisión Europea y promover el proyecto. "Hemos escaneado libros agotados en más de 400 idiomas, muchos de ellos extinguidos, como el latín", explicó en rueda de prensa en Bruselas Dan Clancy, responsable de Google Books, orgulloso de que unos "30.000 propietarios de derechos de autor hayan dado ya su acuerdo".
Una vez en línea, Google asegura que los venderá a un "precio razonable" y el usuario tendrá la posibilidad de leer hasta el 20% de la obra antes de decidir si la compra, algo parecido a las canciones digitales.
Interrogado sobre la amenaza de que la piratería se cebe también con los libros y afecte tanto a sus autores como a los artistas y su música, el director de Google Books Europa, Santiago de la Mora, se mostró esquivo. "Llevamos cinco años trabajando en un producto accesible a los usuarios pero que proteja también al autor", dijo De la Mora, sin precisar si el sistema puede ser o no vulnerado.
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